miércoles, 19 de diciembre de 2012

Amiga del sol




La fiesta comenzaba, viajaban abrazos desde noviembre para recibirlos a media noche.
El carnaval estaba afuera, esperando una nueva era.
Las calles se pintaban de melodías y en el tren la gente novedosamente sonreía.

Ahí estabas tú, simulando alegría
luchando codo a codo, cara a cara, frente a frente con el dolor, con el desaire apretado entre tus costillas y la respiración alejada de tus pulmones.

Tanta lucha y valentía en tu espalda.
La intención de recibir al nuevo año se escabullía entre tus manos.
Tus huesos dieron de bienvenida a la muerte, 
allá te ibas con la manzanilla como corona.
Te fuiste dejando tristezas en los bolsillos, en los zapatos, en el viaje a cualquier lugar.

Caminar con las rodillas, ver la ausencia en las paredes, sentir la culpa en la ventana.
Luces cobardes se escondieron bajo tierra y no querían salir, no.
Horas, días, años. Eternidad.
Recordarte era lo único que quedaba. 

No recibiste abrazos, alcanzaste mucho más que eso.
Hoy 31 de diciembre no recibimos abrazos, recibimos mucho más.
Tanta pregunta con respuesta.
Tanto dolor difuminado y transformado.
Las gotas que caen hoy gritaron que Ya eres amiga del sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario