De pie, en un pasillo amarillo con huellas, sin pretensiones,
dibujadas en témpera; al fondo se oye el chasquido de pasos enérgicos,
zapatitos de colores que pisan nubes y cosen alas de papel a sus espaldas. Abrí
los ojos y no vi cuerpos, vi las almas. Salté del escenario, ya no es
necesario ser protagonista. Desperté, estar dormida ya no es ineludible.
jueves, 13 de noviembre de 2014
viernes, 10 de octubre de 2014
Desmenuzar el pensamiento con el fin de
hacerlo palabra.
La palabra debe ser cuidadosa.
Enamora y desenamora. Construye y derrumba tribus, naciones, pueblos. Inventa idiomas y dialécticos.
Poderosa en sí.
Sea
respetuosa con ella, sin mesura, se adhiere a la piel.
No vaya verse atrapado en la cárcel de su propio cuerpo.
Tal vez el hombre sea el peor enemigo del lenguaje.
Hable, hágase amiga de la palabra, que su cualidad más vehemente es ser sincera.
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