lunes, 5 de julio de 2010

Respiro.


Cubierta por el escudo de mis mentiras y caretas, iba caminando por la calle y vi a un anciano conversando con el sol, lo más raro aún era que este le respondía.
En ese momento sentí un vacío, los vacíos que se dan sólo cuando algo sorprende y es que no cualquiera puede hablar con el sol.
La barba tiritaba a ratos con el viento, expresaba años de existencia, golpes altos, golpes bajos y por qué no decirlo, golpes y chancletadas medianas. Me dediqué sólo a obsevar, el diálogo era fluído, casi terrenal. El anciano sonreía mientras el sol tenía la intención de acariciar su espalda con uno de sus rayos, en ese instante pensé:" lo va quemar ". En absoluta contraposición, ocurrió lo impredescible.
¿Qué era tan urgente para que el sol pudiera hablar con ese anciano?
Una madre y su hija, cobijdas en el cariño y complicidad, se acercaron a mí con silenciosa verguenza, la madre me preguntó "¿tienes frío?" yo, con mis guantes verdes y el gorro de hilo azúl respondí un "No, ¿por qué?", esbozó una sonrisa, sin más que decir, la madre y su hija voltearon, el rulo de su cabello brilló.
Despreocupada del diálogo sol y anciano, recordé que antes de salir de casa había llorado, el llanto había llegado tan fuerte esa mañana a mí, que opté por salir.
Comenzaron a llegar una serie de pensamientos a esta, mi máquina cerebral y cuestioné el estúpido frío que sentía, grité " ¿por qué no le dije la verdad a esa mujer? ¡Estoy congelada por dentro, estoy sin más!."
El anciano y el sol se detuvieron, llegó el silencio y voltearon a observarme. Esos ojos, aún los recuerdo, fue lo mejor que me ha pasado en la vida, brillaron, tomó su bastón, se acercó a mi lado diciéndome:

"Cuando descubres tú verdad, reconoces tú forma de ser, justificas tu llanto, defiendes tu principio. Grita y al final del grito respirarás el aire verdadero, ese aire que se ausenta cuando tus lágrimas viajan por tus mejillas"

El anciano, acarició mi cabeza y me susurró al oído "solo a mis 86 años puedo hablar con el sol quizas tú lo puedas hacer antes".
Y comencé a respirar.